Diego Altube, el portero que viene
Diego Altube no está viviendo una temporada sencilla. No puede serlo cuando uno entrena con el primer equipo del Real Madrid, convive con ellos, viaja y, en definitiva, es jugador de Zidane, pero de vez en cuando, cuando cuadra, baja al Castilla para ser el guardameta de Raúl González. Esta es la dura vida del tercer portero cuando éste es canterano. Justo lo que le está sucediendo este curso al meta madrileño.
Pero a pesar de la complicada situación, donde uno se puede llegar a perder y no debería ser censurable, el arquero está sabiendo sobreponerse a todo para responder, tal y como lo hizo el pasado fin de semana ante el Pontevedra en el estadio Alfredo di Stéfano. Si no llega a ser por sus intervenciones, dos en concreto, una especialmente llamativa en la que evitó el tanto con el pie, los de Raúl posiblemente no hubiesen obtenido los tres puntos.
La difícil vida del tercer portero
Con parón por selecciones y sin compromiso del primer equipo, Altube tuvo vía libre para jugar con el Castilla. Era su cuarta participación con el filial esta temporada. Y, curiosamente, el primer partido que el segundo equipo madridista ganaba con él bajo los palos. Empate ante Las Rozas y frente al Sanse, derrota contra el Penya Deportiva de Ibiza y victoria frente al Pontevedra. Cuatro duelos en los que ha encajado cinco goles y ha dejado luces y sombras. En el primer y último partido se está viendo al mejor Altube, y nos hace ser optimistas sobre que recupere su mejor versión. Esa que siempre ha gustado por Valdebebas y que, sin hacer mucho ruido, ha ido ascendiendo hasta convertirse en el tercer meta de Zidane. Palabras mayores.
Altube aterrizó en la Ciudad Real Madrid en el verano de 2016, tras pasar por las canteras del Betis, no el de Sevilla y sí el de Valladolid, y del propio Real Valladolid. Desde un primer momento en Valdebebas entendieron que no habían fichado a un portero cualquiera. Una apuesta por un jugador especial que brillaba en su equipo y en su selección autonómica. Tampoco tardó en ser llamado por España sub-17.
Guardameta alto, con un gran físico, un avión en las jugadas aéreas, especialista con el balón en los pies y con los reflejos de un gato, así se puede definir a un jugador que no ha parado de dar saltos en su carrera desde el primer día. Lo hizo en el Pucela, cuando llegó a debutar con el División de Honor cuando tenía 16 años, y lo ha hecho, y sigue haciendo, en el Madrid.
El mejor entre los mejores
El Real Madrid fichó a Altube para que fuera el portero del Juvenil C, donde estuvo entrenado por Álvaro Benito. Al año siguiente, pasó a formar parte del Juvenil B, aunque no no tardó en ascender con el Juvenil A. Y ya el pasado año militó en el primer juvenil de manera completa. Fue en ese momento cuando ya se dio a conocer a todos, pues Solari no dudó en llamarle cuando Luca Zidane estaba lesionado.
Viajó a Barcelona, estuvo en el Metropolitano y en Ámsterdam, entre otros. Solari, que le conocía perfectamente, no dudó en contar con él y elegirle entre los muchos y buenos porteros que hay en La Fábrica. Después, ya con Zidane, hizo la pretemporada y se ganó el derecho de ser el tercer portero. Su sueño acaba de empezar, pero lo que parece claro es que en el portero de 1,88 metros y 87,5 kilos hay un señor arquero que quiere hacerse un hueco entre tantos grandes nombres para convertirse algún día en el defensor de la portería del Santiago Bernabéu.